El proyecto tendrá como resultado la creación de un sistema de alerta precoz y en conjunto de procedimientos para la definición de las zonas críticas de riesgo de incendios, con base a una red de sensores y a la elaboración de las curvas de desecación (suelo y vegetación).
La aplicación de correctivos de suelo, formulados y testados previamente, conducirá a un incremento de materia orgánica, promoviendo la protección y la mejoría de calidad del suelo, lo que resultará en una oportunidad para la restauración ecológica de las áreas quemadas recuperadas y de la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Los correctivos de suelo aplicados incorporan resíduos agropecuarios que, de otra manera, contribuirían a las emisiones de metano y, por otro lado, la fracción orgánica recalcitrante contenida en estos corretivos constituye un sumidero de carbono.
Se espera que los manuales que se elaboren durante el proyecto sirvan como base común de documentación normativa para Portugal y España en el ámbito de cooperación trasfronteriza en la temática de los incendios forestales.